Para César Millán la pérdida de Daddy, un Pit Bull Terrier Americano que lo acompañó durante 16 años, fue un golpe tan duro que el no dar aceptado su muerte junto con el problema de su mujer hizo que intentara suicidarse. Después de unos meses de recuperación, era el propio César el que confesaba que había sido un intento de suicidio.
Millán conoció a Daddy cuando era un cachorrito, se habían hecho grandes amigos a pesar de que era el perro realmente no era suyo sino del conocido rapero Redman. Después de 10 años Millán le pidió a Redman que se lo cediera y finalmente se quedó con Daddy.
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